miércoles, 4 de julio de 2007

Meditaciones Metafísicas


Meditaciones sobre filosofía Primera en las cuales se demustran la existencia de Dios y la distinción real entre el Don satur agridulce y el de grasa

Tal es el título de la primera obra del racionalista francés, seguidor firme de los bizcochitos para el mate y del TATE-Show, que miraba todas las tardes desde el palacio de la reina Cristina. Dicen los estudiosos que una vez creyó estar comiendo "Don Satur", pero eran "9 de oro", por lo que comenzó a dudar del testimonio de sus sentidos y del de Carrascosa. Escribió Descartes: "(...) Todo lo que he admitido hasta ahora como más verdadero y seguro lo he tomado de los sentidos [y con soda]; pero he experimentado a veces que estos sentidos eran engañosos y es propio de la prudencia no confiar jamás enteramente en lo que nos han engañado una vez (...), prometo de ahora en adelante indagar acerca de la procedencia de todo tentempié que ingiera.(...)"

Años más tarde, desarrolló el método que le permitiría alcanzar la presición requerida:
1) No admitir jamás como un "Don Satur" cosa alguna, sin conocer con evidencia su origen y fecha de vencimiento.
2) Dividir el contenido de cada paquete hasta que no queden dos bizcochitos pegados del lado del azúcar, y separando los enteros y fácilmente identificables de los pedacitos y las miguitas.
3) Comer ordenadamente, comenzando por los bizcochos más simples y pedazos más pequeños, procurando saber si son "Don Satur" o son intrusos de otras productoras. Luego ir ascendiendo poco a poco, como por grados, hasta comerme los más compuestos y suponiendo que estoy mateando con mi amigo Hume.
4) Y por última, revisar abajo del sillón en busca de algun pedacito que se haya caído, para estar seguro de no haber omitido ningún "Don Satur".

Según el testimonio del artista, autor del retrato que he publicado, "René se quedó mudo y mirandome con cara de `zarpados los bizcochos´ cuando probó, ya de grande, las `Don Satur´ que vienen con azúcar negra. Entonces me dijo: `Estos bizcochos son una masa, solo Dios pudo haberlos creado´. Ahí nomás me echó y se puso a escribir como loco, mientras Cristina le cebaba unos amargos."

2 comentarios:

Fishboy dijo...

ingerir dones saturs (así se dice en plural) es la única manera de saberse un auténtico peronista de izquierda; ¿Acaso la pelada de Telerman no es más cautivante que la melena rubia de Marilyn?

me voy a ver si inventaron un nuevo sabor de frutigran.

UBU dijo...

No cabe duda que las frutigran son mucho más montoneras. Igual las banco.